
Durante todos estos años de entrenar taekwondo uno aprender muchas habilidades que no son únicamente las de lucha. Por ejemplo, se aprende a conocer los limites de nuestro propio cuerpo en actividades de alto rendimiento esto nos da la capacidad de entender cómo podemos mejorar para romper esos limites y continuar mejorando. Se aprende a luchar, defensa personal, etc.
Pero creo que lo más importante que aprendí durante todos los años de entrenamiento fue el coraje, tener que conocer cuáles son mis limitaciones y cuales son mis fortalezas. Dentro todos los entrenamientos se aprender a creer en uno mismo y saber que con practica podemos lograr cosas increíbles.
La persistencia es una de las habilidades que me han ayudado tanto en le taekwondo como fuera de este. En muchas ocasiones tratar de estudiar alguna carrera universitaria es difícil por muchas razones problemas de distancia, problemas económicos, etc. Esta persistencia me ha ayudado a persistir en mi trabajo también y lograr los objetivos que me he propuesto con el paso del tiempo, sin olvidar que he podido obtener los objetivos académicos que también me he propuesto.
Luchar con persistencia no es solo para la parte deportiva o marcial también se puede usar en todas las áreas de la vida y persistir hasta poder lograr todo lo que se quiera. La persistencia vence a las habilidades. Si no tenemos todas las habilidades para alguna actividad paro no nos rendimos podemos llegar a conquistarlas.
Después de tantos años de estar practicando taekwondo nos damos cuenta de que realmente los que obtienen un cinturón negro es porque les gusta y tiene persistencia. Entonces yo puedo decir que esto es lo que más hemos aprendido todos. Ya que las cosas en la vida pueden ser muy difíciles, pero no hay razón para dejarlas si a uno le gusta.
Muchos días uno tiene que entrenar sábados por la mañana, domingos, viernes que para muchas personas son los días para descansar o para asistir a fiestas. Es casi cosa de locos ir a entrenar cuando se puede usar ese tiempo para no hacer nada. Pero para un practicante que realmente disfruta de un arte marcial ir a practicar es mucho mejor que cualquiera de estas actividades. Lo que me parece a mí que demuestra que tenemos un objetivo muy claro de lo que es importante y lo que no es tan importante en la vida para nosotros.
Realmente es muy difícil resumir tantos años de aprendizaje en una o pocas lecciones aprendidas, por lo que trate de hacer fue tomar las lecciones que después de muchos años quedan para toda la vida. Los años demuestras que no es igual una persona en sus veintes como en sus cuarentas o cincuentas, pero lo que se aprende fuera de la parte física tiende a durar mucho más tiempo. Yo he visto compañeros que salieron de entrenar y regresan con el tiempo y bueno cuando uno los ve no pueden llevar el mismo ritmo de una persona que nunca ha salido de entrenar. Por eso es que estas lecciones que no están cien por ciento ligadas a la parte física tienen un gran peso en lo que se puede conservar para toda la vida.
Además, que brincar o patear se podría aprender en algún otro lugar sin tener una parte ética, profesional y de conciencia de que se está haciendo y por qué. Las personas que están dentro del arte marcial aprenden a respetar a todas las personas y saber que el simple hecho de saber como se tira una patada no nos da el derecho de hacerlo. Aprendemos que los problemas se pueden resolver hablando lo cual siempre es una mejor solución para todos.